Aunque el voleibol comenzó
a practicarse en Cuba durante la primera década del siglo
XIX su expansión no
se produjo hasta después del triunfo revolucionario en
1959.
Era un deporte conocido en la capital y en contadas localidades,
como fue la honrosa excepción de Jiguani, pequeña
localidad en la antigua provincia de Oriente, donde surgieron
numerosos jugadores que nutrieron los primeros equipos que asistieron
a competencias internacionales cuyo punto de partida se produjo
en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla,
Colombia'46.
De la primera hornada de voleibolistas destacaron jugadores
como Olegario Moreno, quien años después llega
a dirigir las actividades del deporte en su provincia natal,
a raíz de la creación del INDER, organismo encargado,
a partir de 1961, de encauzar estas actividades.
La Federación Internacional de Voleibol (FIVB) surgió
en 1947. Los primeros campeonatos del mundo se celebraron en
1949, con una periodicidad de cuatro años desde 1952.
En los certámenes masculinos los países con mejores
actuaciones fueron en un principio la otrora Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la
anterior Checoslovaquia.
Entre las mujeres el despegue estuvo liderado también
por la URSS, junto a Japón y China, países que
han obtenido los mayores éxitos. Incluso las japonesas,
con sus famosas "niñas magas" de los años
60 lograron que la FIVB las nominara como el mejor equipo de
la pasada centuria.
Cuba es uno de los países que ha exhibido alto nivel
en el mundo, tanto con su equipo femenino como el masculino.
Las muchachas, dirigidas en lo fundamental por Eugenio George,
el mejor entrenador del Siglo XX,
ha sido tres veces campeón mundial: 1978, 1994 y 1998.
Comentaristas deportivos cubanos bautizaron al conjunto como
"las espectaculares Morenas del Caribe", debido no
solo a la conquista de los tres certámenes ecuménicos,
sino también a la obtención de las medallas de
oro en los Juegos Olímpicos en Barcelona'92, Atlanta'96
y Sydney'00, proeza jamás alcanzada por otro país
en la historia del espectacular y creativo de los deportes de
conjunto.
De Atlanta se recuerda que preocuparon las derrotas sufridas
por Cuba ante Brasil y Rusia en la fase de clasificación.
Sin embargo, como saben hacerlo las verdaderas campeonas, supieron
crecerse y sellaron memorables victorias frente al propio Brasil
y acto seguido, tras el oro le ganaron a China.
El juego, desplegado principalmente por Mireya Luis, Regla Torres,
Regla Bell y Magaly Carvajal, fue decisivo y propicio asegurar
aquel segundo éxito olímpico.
Regla Torres, integrante de los tres conjuntos que conquistaron
la cima olímpica, fue escogida como la mejor jugadora
de los últimos cien años, mientras, Mírela
Luis, una de las veteranas más queridas por la afición,
inmediatamente después de su retiro tras 15 años
en el equipo de lujo, ha pasado a integrar la Comisión
de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI)
a propuestas de su entonces presidente, Juan Antonio Samaranch.
El equipo masculino no ha logrado triunfos tan espectaculares.
No son campeones olímpicos, ni tienen tantos títulos
mundiales. Tuvieron el despegue en los Olímpicos en Montreal'76
tras conquistar inesperada medalla de bronce, antesala del titulo
en la Copa Mundial de 1989, y del Campeonato Mundial de 1998.
El equipo masculino clasificó sexto en la olimpiada de
Atlanta, después de ofrecer un trabajo muy sólido,
que por momentos llegó a esperanzarse con alcanzar alguna
medalla. Pero eso fue todo. Se agotaron las fuerzas, y unos
jugadores que siempre se caracterizaron por su combatividad,
decayeron en su accionar y vieron frustradas sus esperanzas
de emular con las chicas.
Tanto los varones como las muchachas se encuentran en una etapa
de renovación casi total de los equipos y ello ha traído
por consecuencia que el nivel haya descendido notablemente en
el ámbito mundial.
Los colectivos técnicos tienen depositada la confianza
en un puñado de jóvenes figuras con muchos deseos
de jugar. Retornar a los lugares cimeros en Juegos Olímpicos,
Copas del Mundo, Ligas Mundiales o los Gran Prix no sera tarea
de un año ni de dos, pero existe el total convencimiento
de que volverán a codearse entre los mejores del universo.
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