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José Barrientos, un fuera
de serie en la carrera de los 100
metros, se encargo de enseñarle al mundo el potencial
de Cuba en el atletismo y ello ocurrió en el lejano año
de 1928, cuando corrió la distancia en 10 segundos y
dos décimas, marca que en definitiva nunca fue homologada.
Por eso sin temor a equivocaciones puede decirse que el atletismo
es uno de los deportes emblemáticos en la Isla. Incluso,
antes del triunfo de la Revolución en 1959 surgieron,
además de Barrientos, otros valores que mostraron su
valía, sobre todo en Juegos Panamericanos o Juegos Centroamericanos
y del Caribe, como fueron los casos de Rafael Fortun o Ángel
García, corredores de 100 y 400 metros, respectivamente.
Fortun se convirtió en triple medallista de oro en la
carrera cumbre
del atletismo durante las tres primeras lides continentales,
a partir de Buenos Aires, en 1951; García aventajo al
entonces campeón mundial de la vuelta al ovalo, el jamaicano
George Rodhen, en la cita centrocaribeña disputada en
México'54.
Los atletas cubanos comenzaron a conquistar medallas de oro
a partir de la versión olimpica en Montreal'76 y hasta
Sydney'00 el total asciende a siete de oro, diez de plata e
igual cantidad de bronces. Solo el boxeo archiva resultados
superiores con impresionante total de 27-13-7.
Ahora bien la primera medalla olímpica fue de plata,
y la consiguió Enrique Figuerola en la carrera de 100
metros lisos durante los Juegos de Tokío en 1964.
Fue una enconada carrera entre el estadounidense Bob Hayes,
fornido y de notable estatura, y el cubano, pequeño de
talla, pero grande de corazón y con un envidiable poder
de reaccion en la arrancada. Hayes, 10,01 segundos; Figuerola,
10,02.
Desde ese momento, en el atletismo, más que de número
de medallas, se habla de figuras muy sobresalientes que se han
mantenido activas durante varios años. En la década
del 70 aparece un hombre que hizo historia. Alberto Juantorena
Danger, uno de esos fuera de serie cuyas hazañas perduran
con el paso del tiempo.
El espigado corredor oriundo de la oriental provincia de Santiago
de Cuba inauguro la lista de campeones olímpicos y lo
hizo por la puerta grande en Montreal'76, cuando gano las finales
de 400 y 800 metros planos y en esta ultima prueba mejoro en
tope mundial en par de ocasiones.
Ni antes ni después corredor alguno en el mundo ha reeditado
los triunfos rubricados por Juantorena, conocido en su época
como el elegante de las pistas. Solo el ha salido airoso en
modalidades que hasta su proeza eran consideradas disímiles,
porque entre el área de velocidad estaban los 400 y los
800 eran el comienzo del medio fondo.
A su regreso a Cuba fue recibido como un héroe. Miles
de admiradores de todo el mundo fijaron sus ojos en este hombre
proeza, que a partir de ese momento se convirtió en uno
de los paradigmas más importantes en el atletismo nacional
e internacional.
Su ejemplo ha inspirado a figuras que escogieron la pista como
lugar para demostrar el talento natural. Alejandro Casañas
Ramírez es otro que los que en esos años de esplendor
devino figura de lujo en el deporte rey, por su consistencia
en los 110 metros con vallas.
Fue impresionante en la final olímpica en Montreal, donde
tuvo que emplearse a fondo para lograr medalla de plata, con
tiempo de 13,33 segundos en dura lucha con el francés
Guy Drut (13,30).
Esa no fue su mejor labor, porque un año después,
en los Juegos Mundiales Universitarios de Sofía, se metió
de lleno en la historia tras adueñarse del récord
mundial de los 110 metros con vallas, con tiempo de 13,21 segundos.
Casañas estaba convencido de que podía tutear
a la gloria, porque apenas el año anterior, durante la
competencia del Memorial Barrientos, en La Habana, había
cronometrado 13 segundos exactos, marca que no le fue reconocida
por tener mas de dos metros por segundo el viento a su favor
.
En la década de los noventa aparecen tres figuras cimeras
de la historia del atletismo en Cuba. Ellos son Ana Fidelia
Quiroz, Javier Sotomayor e Iván Pedroso.
Javier Sotomayor ha impuesto en tres oportunidades nuevas marcas
mundiales en el salto de altura. Especialistas coinciden en
afirmar que sus registros planetarios de 2,44 metros bajo techo
y los 2,45 al aire libre son cotas que permanecerán incólumes
durante algunos años mas.
Sotomayor es campeón olímpico de Barcelona'92,
y campeón en el mundial de 1997. Ha sido cuatro veces
campeón mundial bajo techo y varias veces escogido en
Cuba como el mejor atleta del año.
Iván Pedroso ha sido campeón del mundo al aire
libre en cinco lides, y cuatro en campeonatos bajo techo. Tiene
uno de los mejores registros en el salto de longitud y después
de padecer numerosas lesiones e intervenciones quirúrgicas
que lo mantuvieron alejado de toda competición durante
algo mas de un año, retorno a las pistas en el verano
de 2003.
Ana Fidelia Quiroz, comenzó en el equipo nacional en
1983. Desde entonces mostró extirpe de campeona que convirtió
en realidad a partir de los años 90, gracias a un rápido
ascenso sobre todo en los 400 metros planos, aunque después
incursiono con éxito en los 800.
De lleno entre las más veloces de todos los tiempos,
fue medallista olímpica de bronce en Barcelona'92, plata
en Atlanta'96.
En un accidente casero, Ana Fidelia Quiroz sufrió quemadures
que laceraron el 37 por ciento de su cuerpo. Su vida estuvo
en peligro, pero el aporte de la ciencia y la voluntad de la
atleta fueron mas poderosos al extremo que tuvo un retorno feliz
a las competencias y además del subtitulo en Atlanta,
logro sendos primeros lugares en los campeonatos del mundo disputados
en Gottemburgo'95 y Atenas'97. (Para más información
sobre Ana Fidelia, ir a
Hazañas)
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