Entre las grandes tradiciones que atesoran con orgullo los cubanos se encuentra la innegable calidad de sus boxeadores, quienes han paseado el nombre de la Isla desde la década de los años 20 del pasado siglo, cuando Eligio Sardiñas, conocido por Kid Chocolate, llegó a poseer los títulos mundiales del pugilismo rentado en las divisiones
Por eso no es de extrañar que sea el boxeo el deporte que más títulos mundiales y olímpicos le ha propiciado a Cuba en toda la historia de su presencia en estas lides y casi triplica las medallas de oro (7) que archiva el atletismo.
La siega de 27 pergaminos de oro, 13 de plata, y 7 de bronce no ha sido alcanzada, incluso, por país alguno en los 24 Juegos Olímpicos organizados a partir de Atenas, en 1896.
De manera obligada siempre habrá que mencionar al profesor Alcides Sagarra, fundador desde 1960 de la escuela cubana de boxeo, quien en 2001 entregó la máxima dirección del colectivo de entrenadores a Sarbelio Fuentes, quizás uno de sus discípulos más aventajados, al extremo que durante los cuatro años anteriores había brindado sus conocimientos al desarrollo de este deporte en Argentina.
Sagarra, oriundo de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, fue un pugilista con poco aval en sus años mozos, sin embargo resultó excelente preparador de varias generaciones y del despegue siempre recuerda las enseñanzas que recibió del fallecido especialista de la antigua URSS Andrei Chervonenko.
Ambos compartieron la esquina del excepcional peso completo Teófilo Stevenson, cuando logró en los JJ.OO. en Munich'72 la primera de sus tres medallas de oro en torneos de ese nivel, tras vencer al favorito Duane Bobick, la llamada Esperanza Blanca de Estados Unidos.
No solo Stevenson fue moldeado por Alcides Sagarra. Bajo su mando han tocado la gloria muchos grandes del boxeo amateur como Emilio Correa, Bautista Hernández, Adolfo Horta, Félix Savón, Maikro Romero, Guillermo Rigondeaux, Yan Barthelemy o Mario Quindelán.
Aunque los monarcas olímpicos o mundiales pululan en el boxeo cubano, dos nombres sobresalen sobre los demás, porque a fuerza de sabiduría y puños han forjado hazañas muy difíciles de superar como son los casos de Félix Savón y Teófilo Stevenson.
Savón, nacido en la provincia de Guantánamo, ha sido bautizado como "Boxeador historia" por el reconocido narrador Rolando Crespo. No es para menos, porque es quien más títulos acumuló en torneos oficiales como son los alcanzados en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92, Atlanta'96 y Sydney'00. Además, seis veces campeón del mundo en la división de los 91 Kilogramos: 1986, 1989, 1991, 1993, 1995 y 1997. seis veces campeón del mundo en la división de los 91 Kilogramos: 1986, 1989, 1991, 1993, 1995 y 1997.
También este gigante de ébano con cara de niño atesora medallas de oro en cuatro copas del mundo, tres juegos panamericanos e igual cifra de ediciones centrocaribeñas. Además, debutó en grande en 1983 al coronarse monarca en el Campeonato Mundial Juvenil disputado ese año.
Teófilo Stevenson, otro inmenso sobre el cuadrilátero, siempre fue temido por su demoledora pegada al extremo que en más de una ocasión logró noquear a algún que otro rival, solo utilizando el poderoso jab.
Se agenció el oro en Munich'72, Montreal'76 y Moscú'80. Se erigió campeón mundial en las ediciones de 1974, 1978 y 1986, todas en la división de los supercompletos.
Con el envidiable aval de poseer dos títulos olímpicos hay que mencionar a otros estelares como Héctor Vinent, Ariel Hernández y Ángel Herrera.
Con carácter anual se celebran en la Isla los torneos nacionales Playa Girón y los internacionales Girardo Córdova Cardín, ocasiones ideales para que se produzcan combates donde las figuras noveles prueban sus adelantos ante los de mayor experiencia en lo que pudiera calificarse de excelente pretexto para el aprendizaje, toda vez que permite la confrontación de técnicas y estilos. Los campeones son seleccionados para integrar los equipos cubanos que tantos aportes han hecho al movimiento deportivo del país.