El
cubano es por naturaleza alegre y disfruta cuando de
crear o fomentar amigos se trata. Nada mejor que algunas de la
manifestaciones deportivas o recreativas como pretexto ideal para
que surja o se afiance una amistad.
Cualquier lugar del país puede convertirse en un gigantesco
o pequeño terreno para jugar a la pelota (béisbol).
Bien sea en una esquina de la capital o de cualquier rincón
de los mas de 110 000 kilómetros cuadrados que posee el
largo y verde caimán.
Con mucha razón se dice que el béisbol es nuestro
deporte nacional. Fiel ejemplo de ello es que las esquinas son
el mejor terreno para jugar a la pelota.
Los equipos se improvisan, y sin guantes ni bates, surge un delicioso
partido que bien puede entretener toda la tarde.
Ese entretenimiento callejero con reglamentación conocida
y respetada por los jugadores, se llama "el cuatro esquinas"
y es uno de los preferidos para jugar en las cuadras.
Otro pasatiempo conocido internacionalmente, y que caracteriza
al cubano, es el dominó. Tal es asi que durante los primeros
meses de 2003 tuvo lugar en La Habana el I Campeonato Mundial
auspiciado por la Federación Internacional, con sede en
España.
Existen diversas modalidades. Por lo regular los cubanos juegan
de parejas; en el occidente lo hacen con diez fichas cada uno
de los cuatro contendientes, pero en el oriente es con seis, tal
como se hizo en el Mundial ganado por dos competidores de Guantánamo,
provincia localizada en el extremo este del país.
El dominó es uno de los juegos preferidos por las personas
de la tercera edad, aunque en muchas ocasiones se encuentran muchachos
jóvenes, incluso mujeres (que son excelentes e impredecibles).
Para este juego, para ciertas personas es imprescindible una botella
de ron.
También en calles y plazoletas los niños se entretienen,
después de cumplir con sus responsabilidades escolares,
a empinar papalotes, sobre todo en los días de viento,
coloreando el cielo de campos y ciudades con esos pájaros
de papel que cobran formas maravillosas e imaginativas.
Desde 1965 surgió el denominado Plan de la Calle, consistente
en actividades recreativas integrales, atendidas por las direcciones
de deportes en cada uno de los 169 municipios diseminados en las
14 provincias.
Además, los niños buscan formulas diversas para
la ocupación sana del tiempo libre mediante juegos de bolas,
de trompos, de yoyos, a los escondidos, a los pegados.
En Cuba los niños son muy ingeniosos en sus juegos callejeros,
también los jóvenes que muchas veces improvisan
un cesto en un árbol o en un poste de electricidad para
jugar al baloncesto en varias modalidades como lo es la famosa
"guerrilla", dos para dos, tres para tres, e incluso,
hasta dos llegan a rivalizar entre si. Es un excelente pretexto
para sudar a raudales bajo el sol del trópico.
Valdría la pena aclarar que muchos de los atletas que hoy
son campeones o que integran alguna de las selecciones nacionales,
mientras jugaban en las calles de cualquier provincia fueron descubiertos
por cualquiera de los mas de 35 000 entrenadores que se han formado
o activistas, cuya cifra asciende a 58 000.
También el fútbol goza de gran popularidad entre
los juegos de la calle, y en este las porterías se arman
con dos piedras, o con el esqueleto de hierro de una mesa cualquiera
que se adorna con una malla que da la ilusión de estar
defendiendo una portería olímpica.
El ingenio que siempre ha caracterizado al cubano, se demuestra
de maravilla en estos juegos, donde se sueñan con medallas,
y donde entre los jugadores callejeros bien que uno se puede llamar
Ronaldo o Zidane, Michael Jordan o Ruperto Herrera, esas leyendas
que ya forman parte del patrimonio del deporte universal.
Esos juegos que aparentemente no conducen a nada son una extensión
del serio programa de deportes y educación física
que se lleva a efecto en todo el sistema de la enseñanza
y que tiene su expresión mas completa en los Juegos Escolares
Nacionales de alto rendimiento, devenidos la competencia mas importantes
en el ámbito nacional.
Desde 1963 durante cada verano se originan los Juegos Escolares.
Tienen una participación promedio anual en la lid nacional
de ocho mil atletas en 29 deportes.
El 90 por ciento de los campeones olímpicos o mundiales
que han surgido en Cuba proceden de los Juegos Escolares, fragua
de los principales resultados que nos hacen sentir orgullosos
en el ámbito atlético.
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